“Aparato óptico para observar el movimiento en un espacio cerrado” Eso es un claustroboscopio. Yo no tengo ninguno porque no existen, pero puede que él*, sí. Le conozco lo suficiente como para saber que es observador, está casi siempre atento a lo que se mueve, y tiene claro que el territorio que habitamos es un espacio cerrado de unos pocos milímetros cuadrados; que estamos atados en corto, que andamos bajos de cobertura, que nuestra área de influencia se mide en nanosegundos, que el planeta de cada uno es un cubículo; que el aire [libre] que respiramos es asistido.
Y que somos idiotas. El universo es infinito y a nosotros nos da por levantar un muro. Nunca llegaremos a la puerta de Tannhäuser y perdemos el tiempo en discutir si existe. El tiempo huye y gastamos las pilas calculando cuánto mide el nicho.
Pero no nos pongamos intensos. Nada de lo que vais a ver es agobiante. Vivimos en un zulo sin luz excavado en el sótano, pero siempre está la posibilidad de encontrarse en el rellano con una persona encantadora.
Martina Gil Compairé
[*]
Jaime Compairé">Jaime Compairé" href="index.php?page=artist_id&id=5286">Jaime Compairé" href="index.php?page=artist_id&id=5286">Jaime Compairé